jueves, 23 de agosto de 2012

¿Rol con cartas? ¡Es usted un hereje!

¡Hola, personas!
Tras una semana sin publicar nada ya iba siendo hora de ponerse manos a la obra.
Para descansar un poco de la panzada de historia que os dí con el asedio a Malta, hoy voy a escribir un poco sobre el juego de rol steampunk que estoy creando: "1870". Me gustaría enseñaros poco a poco de que va a ir la cosa, así que haré una serie de post con historia de las naciones, razas, facciones y demás curiosidades.
Tranquilos. La historia volverá pronto gracias a una sugerencia de Albion y que, espero, redactar pronto: una lista con 10 batallas que deberíais conocer pero no será lo típico de Termópilas, Stalingrado y cosas así. Ya lo veréis...

Os voy a comentar un poco el sistema que voy a utilizar.
Al principio iba a usar FUDGE, un sistema que te permite crear tus juegos de rol con el mínimo esfuerzo. El problema es que, visto lo visto, no me da ese sentimiento victoriano que yo quería darle a mi juego.
Pensé en otros sistemas hasta que me topé con el de "Castle Falkenstein" y me dije para mí: "¡Ese es el que necesito!"
El sistema de Falkenstein es un pelín curioso: en lugar de usar dados, usa una baraja inglesa. ¡Vamos! La baraja de póker de toda la vida. Cada palo representa a varias habilidades englobadas en una misma categoría.

Así es como quedan en mi juego:

-Picas=Habilidades Físicas: atletismo, pelea, esgrima, etc.

-Tréboles=Hab. Manuales: artesanía, reparaciones, pintura, etc.

-Corazones=Hab. Sociales: oratoria, etiqueta, juegos, etc.

-Diamantes=Hab. Mentales: ciencia, voluntad, poderes psíquicos, etc.

El sistema basa la destreza de las habilidades en una palabra equivalente a un número, igual que en FUDGE (Ej.: Bueno=5).
El jugador escoge las habilidades que cree que necesitará su personaje. No poner una habilidad en la ficha de tu personaje no significa que este la desconozca. Puede usarla pero su valor por defecto será "Mediocre" o "Pobre".
El funcionamiento es simple: si se saca una carta equivalente al palo al que pertenece la habilidad, se suma el valor total de la carta a la hab. Si no, solo se suma 1. Los comodines permiten sumar 14, sea el palo que sea.
El objetivo, como en todo juego de rol, es sacar un resultado igual o mayor que el que se pide. Si es mayor que la mitad del resultado del objetivo, es considerado crítico. Si es menor que la mitad del resultado del objetivo, se considera pifia.

Puede resultar lioso en un principio pero este sistema permite cosas como que los jugadores sean más tácticos a la hora de manejar las cartas que tienen en las manos. Además, el resultado no depende del devenir caprichoso de un dado sino de la astucia del jugador.

En este sistema no hay niveles. Es la práctica lo que hace que los personajes aumenten sus habilidades, algo quizá más realista. Si un inventor, por ejemplo, consigue terminar su creación habrá aprendido algo en el proceso, por lo cual puede subir su habilidad de "invención" un punto.
Sí, lo sé, puede resultar bastante subjetivo. ¿Cuándo saber que un personaje puede mejorar sus habilidades? Todo depende de la buen fe del máster y del jugador.

Y hasta aquí he llegado.
¿Qué os parece?
Sed sinceros.

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