lunes, 14 de enero de 2013

Esa espantosa portada.

¡Hola, gentes!
Hoy os voy enseñar algo espantoso. Terrorífico, si lo queréis llamarlo así.
Ayer, hablando con Soturisi por el chat de Facebook, le enseñé algo que me costó trabajo hacer pero que, si os digo la verdad, deja mucho que desear.
Como recordaréis de un post que escribí hace bastante tiempo en Subcultura sobre las Guerras Husitas, escribí una novela para un trabajo de clase ambientada en este conflicto titulada "El Ganso y el Cáliz". 24 páginas (el escaso tiempo que teníamos para escribirla hizo que tuviera que saltarme varias cosas) de batallas, dilemas religiosos y clichés de películas de aventuras.
Bien, para rizar el rizo, dibujé una portada para presentar este escrito. He aquí el desaguisado:

¡¡¡AAAAAAAARGH!!! ¡MIS OJOS! ¡MIS OJOS!

Sí, amigos míos. Lo que estáis viendo es la cutre-portada que hice para la novela.
¿Qué pasos seguí para hacer este atentado contra el buen gusto? Primero, dibujé en un folio lo que quería representar. Segundo, rotulé el dibujo con un rotulador Carioca de los gordos (sí, habeis leido bien). Esceneé y coloreé usando Fireworks.
La inspiración me vino de las ilustraciones sobre los soldados husitas que Angus McBride hizo para el libro de Osprey que usé para documentarme.

Como veis, el resultado deja mucho que desear.
No solo por el color sino también por varios elementos. Las hastas de las banderas son uno de ellos. La propias banderas también, que no dan sensación de estar ondeando en el aire. Esa especie de cerca negra es en realidad un ejército visto por detrás (sí, es eso). Creo que lo único que me salió bien fue el pelo del personaje y los dibujos que aparecen en las banderas (el ganso y el cáliz).

Bueno, solo quería compartir esto con vosotros.

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