domingo, 28 de abril de 2013

La mano derecha del Khan.

¡Hola, holita, hola!
Tras aquel estúpido post sobre el cumpleaños de Roma, volvamos a la senda de la seriedad con vuestra dosis recomendada de historia para hoy.

A todos nos gustan los mongoles, eso hay que admitirlo, y a todos nos gusta la historia del gran Gengis Khan. Siempre que se habla de estos jinetes de la estepa o ese habla del colega Temujin, o de Kublai o de Tamerlán. Yo voy ha hablaros de otro mongol ilustre: Subotai Baadur, la mano derecha de Gengis.


Subotai nació allá por el año 1176, más o menos.
Perteneciente a la etnia tuvá, el padre de Subotai era un herrero bastante habilidoso. En el año 1190, nuestro protagonista decide unirse al ejército del gran Khan, escalando puestos hasta llegar a ser comandante con tan solo 25 años. Físicamente, se dice que Subotai era tan pesado que tuvieron que construirle un carro de guerra para poder ir al campo de batalla, ya que los caballos esteparios acababan con la columna partida por la mitad bajo el peso de este hombre.
La primera misión como comandante de Subotai fue durante los años 1205-1206. En ella, Subotai dio muerte a los hijos de un antiguo caudillo mongol enemigo de Gengis. Después, siguió batallando contra otros pueblos de la estepa hasta llevar a cabo la mayor operación de los mongoles hasta la fecha: la captura del sha de Corasmia. Sin embargo, una pulmonía acabó con el monarca en 1221, por lo que los mongoles decidieron emprenderla con su hijo. Debido a ello, Subotai fue enviado a explorar las regiones occidentales que llevaban hacia Rusia.
Tras ir arrasando todas las ciudades que se encontraban en su viaje por Azerbaiyán, y de pasar el invierno en Armenia, Subotai derrotó al primer rey occidental con el que se toparon: Jorge V de Georgia. Acto seguido, volvieron a Armenia para preparar una posible invasión a Bagdad pero se creyó mejor volver a Georgia para acabar con otro ejército, algo que fue un éxito. Entraron a Rusia por el sur, donde capturaron la mítica ciudad de Astracán, para atravesar el Don rumbo a Crimea, donde pasaron el invierno de 1222-1223. Al volver a casa, se encontraron con una gran fuerza enemiga a la altura del río Kalka, donde se cree que en 1185 se llevó acabo la batalla contra los cumanos que relata el "Cantar de las Huestes de Ígor". En 1223, los mongoles dominaban Azerbaiyán y Georgia y habían sometido a su poder a los cumanos. Era hora de invadir Rusia.
Sin embargo, el príncipe Mstislav Mstislavich de Galitzia se había enterado de la llegada de las tropas de Subotai, ya que el suegro del príncipe era uno de los khanes cumanos que habían sido sometidos por las tropas de Gengis. Junto a los príncipes de Kiev y de Chernígov, Mstislav reunió un ejército para avanzar contra tal temible enemigo. Los mongoles enviaron una delegación para hacer entrar en razón a los rusos para que desistieran de su plan pero estos hicieron caso omiso. Tras otro intento sin éxito, los rusos cruzaron el Dniéper y se encontraron con los mongoles tras nueve días de viaje en el río Kalka. ¿Recordáis que os dije que los mongoles volvían a casa en ese momento? Pues resulta que solo era una falsa retirada para pillar a los rusos con los pantalones bajados. Obviamente, los rusos fueron derrotados.
Mstislav no pudo hacer otra cosa que defenderse en un cerco hecho con los carros que transportaban los suministros. Y he aquí que entra en acción un cosaco llamado Ploskin. Este era aliado de los mongoles. Ploskin actuó de intermediario con el príncipe, prometiéndole que si se rendía lo dejaría ir. El príncipe hizo caso al hombre y se rindió. Sin embargo, Ploskin apresó a Mstislav y se lo entregó a los mongoles.
Tras esta gran victoria, Subotai volvió a Mongolia en un viaje que duró tres años.
Tras un merecido descanso, Subotai sirvió en una campaña para acabar con la etnia de los tangut. Luego, nuestro protagonista se enfrentaría al asedio que le daría la fama: Kaifeng, ciudad asediada por los mongoles en el año 1232 y en la que Subotai tuvo que lidiar hasta con unas bombas lanzadas con catapultas por los defensores. Esa sería la única campaña en China de Subotai.
Su última campaña le devolvió al este de Europa. Invadiendo Rusia y Ucrania, el ejército mongol llegó hasta Hungría. Mientras que divisiones del ejército mongol despachaban a los europeos en Liegnitz y en Transilvania, Subotai esperaba en Hungría. Tras estas victorias, el grueso del ejército llegó hasta el río Sajó donde Subotai planeó la gran victoria mongola que acabaría derrotando al ejército húngaro comandado por el rey Bela IV, usando la misma táctica de falsa retirada que acabó con el ejército del príncipe Mstislav.
Era el año 1241 cuando Subotai comenzó a idear planes para la invasión de Austria, el Sacro Imperio e Italia cuando llegó la noticia de la muerte del khan Ogedei. Ante tal acontecimiento, Subotai decidió retirarse a Mongolia para no saberse más de él. Lo único que se sabe es que murió en el año 1248.

Una gran historia para uno de los grandes generales del más grande de los emperadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Vamos, comenta!
Tu opinión será valorada.